jueves, 4 de diciembre de 2008

El prodigio de la sencillez

Parece que este año no va a ser posible. Y es que nos tenían muy mal acostumbrados. Desde hace tres años por estas fechas, dos caballeros en esto de la música, se venían a Madrid a deleitarnos con sus canciones en directo. Pero este año parece que no va a ser posible ya que se han quedado en su San Francisco natal. Y esto me entristece. Así que para paliar el dolor llevo un par de días escuchando sus discos ininterrumpidamente.

TWO GALLANTS se hacen llamar, en honor a un relato del gran James Joyce (el que haya sido capaz de terminarse el 'Ulises' que me llame y me explique cómo), y la verdad es que el nombre les hace bastante justicia.

Adam Stephens (guitarra y voz) y Tyson Vogel (batería), ambos de la generación del 81,derrochan clase y saber estar tanto en sus discos de estudio como en sus impresionantes directos. A mi me fascina ver como 'solo' dos tíos son capaces de crear tal clima en un escenario. Una guitarra que imprime la melodía, una voz desgarradora que marca la pauta y una batería que es capaz de sujetar todo el invento con una buena base (podría tomar nota U2 y toda la parafernalia de la que se rodean, para luego hacer música infame).
El caso es que consiguen un folk de una calidad sublime, de esos que calan. Tres discos tienen: The Throes (Alive Records, 2004), What the Toll Tells (Saddle Creek, 2006) y Two Gallants (Saddle Creek, 2007). Y otras tantas veces han venido a España: Summercase (2006), Sala Moby Dick (Noviembre 2006) y Sala El Sol (Diciembre 2007). Tuve la suerte de asistir a todos. Salas pequeñas, músicos grandes. Aunque este año la sala no es ni grande ni pequeña, no vienen.
Así que nos toca ver Steady Rollin' y Nothing To You por la pantalla y recordar esos míticos conciertos.





Advierto que esto es otra vez música de alta calidad, y que su escucha puede causar adicción. El pato piensa que el que avisa no es traidor.

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