Prejuicios

Ya saben que me encantan los prejuicios. Es una buena manera de impartir justicia de forma personal a diestro y siniestro. Me suele bastar con 30 segundos para hacer un juicio de valor (preventivo, aunque bastante profundo) acerca de un individuo, suceso o cosa.

Podéis pensar que esto me convierte en una de esas personas que no ve más allá de lo que tiene delante y que me podría perderme muchas cosas interesantes por descartarlas antes de tiempo, pero el problema es que no suelo fallar con mis prejuicios. Tengo un índice altísimo de acierto, y esto, créanme, no es tan bueno como parece.

El de dentro soy yo

Como ya les comentaba en fechas anteriores, soy incapaz de fingir interés por una persona que a los 15 segundos de hablar con ella se a ciencia cierta que es idiota. Lo he estado intentando un cierto tiempo, por aquello de no parecer tan arisco, y rezumar un poquito de cordialidad, pero he descubierto que no puedo. Además hay algo que agrava toda esta situación: DISFRUTO PREJUZGANDO.
Así que voy a tener que correr con los gastos de esta actitud, porque aunque parezca increíble, y aun y a pesar del altísimo índice de acierto (nos movemos en un 96%-97%, pregunten por referencias a la gente que me conoce), también cometo errores.

Y uno de esos errores, y de los musicalmente gordos, ha sido despreciar toda mi vida a los mallorquines Sexy Sadie. No se porqué desde el principio me cayeron mal, los dejé de lado cuando estaban en activo, y ahora no puedo dejar de escucharlos. Llevo dos semanas con sus discos como continua banda sonora.


Así que entono el ‘Mea Culpa’ a voz en grito y les recomiendo a todos los que no los conozcan en profundidad que los escuchen con fruición, a los que los ya los conozcan que los recuerden, y a los que pensaban como yo que se escuchen este par de canciones y que vean como quedan absolutamente enganchados.

You bring me your hair,
that blows so gently in the summer air.
You bring me your face,
your eyes that send me to that other place.
If you come I will try
to give you love so deep inside.

Se que me van a caer palos por todos los lados con este post. Primero por parecer un sobrado (no se lo crean, de lo de arriba no iba casi nada en serio) y luego por haberme perdido la época dorada de una de las grandes bandas del Indie español.
Adelante háganlo, el Pato esta psicológicamente más fuerte que nunca.

Nota seria del autor: Diferenciar muy mucho entre prejuicios personales (de los de andar por casa y de los que nos podemos reir) y prejuicios sociales (vease xenofobia, homofobia, y demás fobias..que tienen poco de risa)